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Quedlinburg, una de las primeras capitales del Sacro Imperio Romano Germánico, se encuentra a lo largo de las orillas del río Bode. Encuentra una profunda y rica historia caminando por las calles empedradas y admirando las más de 1.300 casas de entramado de madera que datan de los siglos XVI al XVIII, muchas de las cuales han sido cuidadosamente restauradas.
Alquilar un coche en Quedlinburg te permitirá disfrutar al máximo de lo que la región tiene para ofrecer. Las calles estrechas y empinadas de la ciudad pueden hacer que conducir dentro de Quedlinburg sea un desafío, pero los alrededores ofrecen una gran cantidad de vistas en coche en el parque natural Harz, ciudades cercanas y los castillos y fortalezas de la región alemana.
Recuerda, en Alemania conducen por el lado derecho de la carretera. Los límites de velocidad en zonas urbanas normalmente son de 50 km/h, en carreteras secundarias de 100 km/h y en algunas autopistas no tienen limitación de velocidad, aunque la recomendación es no superar los 130 km/h. Cerciórate de seguir siempre las señales de tráfico.
No puedes dejar Quedlinburg sin visitar su castillo, antiguamente usado como un monasterio para mujeres de la nobleza y ahora un museo en su honor.
La zona vieja de Quedlinburg es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por sus bellas casas de entramado de madera.
Si visitas Quedlinburg en diciembre, no te pierdas el mercado navideño en el casco antiguo. Disfruta de la comida y bebida tradicional de Alemania y compra regalos hechos a mano.
Alemania utiliza el euro. La mayoría de los lugares aceptan tarjetas de crédito, pero es útil tener algo de dinero en efectivo, especialmente en mercados y tiendas más pequeñas.
La primavera y el verano son los mejores momentos para visitar Quedlinburg, pero también los más concurridos. Si prefieres evitar la multitud, considera ir en otoño o invierno, pero recuerda llevar ropa abrigada.
Con su rico pasado medieval, sus pintorescas calles con casas con entramado de madera, su majestuoso castillo y su conveniente ubicación en las estribaciones del Harz, Quedlinburg es una parada inolvidable en cualquier viaje por Alemania.